Hace ya 17 años fue el rodaje del tan famoso video Thriller del difunto Michael Jackson, el rey del pop, el que no haya visto éste video, realmente podría decirle en su cara, que no se donde vivió, pero no fue en este mundo. Es el mejor video de la historia, según muchisimos especialistas. Douglas Kirkland fue el fotógrafo EXCLUSIVO del rodaje del video y fue el UNICO presente allí. Kirkland, esperó la muerte de Jackson, en junio de 2009, para compartir la riqueza de este material (originalmente tomado para la revista Life).
Kirkland: "En el segundo o tercer día de rodaje, alguien trajo una bolsa al camerino, y de ella salió la serpiente de compañía de Michael, Muscles. A Michael le entró la risa floja cuando vio que hubo gente que se asustó bastante con la serpiente. Le encantaba ponerla en su regazo (como en esta foto), lo hacía sentir seguro. ¡Se le veía tan feliz cuando Muscles estaba con él!".
Kirkland: "Aquí le están haciendo la primera parte de la máscara completa que tiene en la foto en la que bebe con una pajita. Usaban pegamento para colocar unos tubos que permitieran la entrada del aire por el interior de la máscara, así Michael podía jugar con sus expresiones faciales".
Kirkland: "Michael eligió a John Landis para dirigir Thriller porque éste había escrito y realizado Un hombre lobo americano en Londres. A Landis le entusiasmó la propuesta. Ambos tenían muy buena relación, y se notaba en el rodaje. Esta foto pertenece a un ensayo, así de distendidos eran. Michael sentía mucho cariño por Ola Ray [en la imagen con Jackson: la actriz que protagonizó la historia con el rey del pop], pero ella estaba demasiado fascinada por él. Se ve claramente. A ella le gustaba él, estaba enamorada. Sin embargo, en lo que respecta a Michael, Ola era como una hermana".
Kirkland: "Se invirtieron muchas horas de maquillaje en las transformaciones de Michael. Durante ese tiempo, a él se le veía muy relajado, incluso cuando no podía ni moverse. Sólo podía beber con pajita. En esas condiciones, era imposible sentirse a gusto, pero nunca he visto a nadie más paciente y calmado en una situación de estrés".
Kirkland: "Al final de cada jornada de trabajo, de 12 horas cada una, Michael se quitaba el maquillaje. Era muy doloroso, casi como arrancar un esparadrapo de la piel. Y esto es lo que más me maravilla de Michael: nunca se enfadaba, ni cuando estaba cansado ni cuando sentía dolor y podías verlo reflejado en su rostro. Jamás fue brusco con nadie y jamás lo oí gritar".
Fuente: Rolling Stone
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