Extrañando mis raices.
Aquí un hermoso día zuliano, escuchando Masseratti 2lts, un grupo caraqueño que me hace volar por los distintos rumbos, hasta llegar a Caracas; mi ciudad natal, aquella que un día del año 90, afinaron sus cornetas y abrieron espacio entre sus nubes para mostrarme el sol por primera vez. Aquella ciudad, de la cual tuve que despedirme cuando apenas y podía levantar mis manos por si sola. Pero a la cual volví siendo ya una soñadora empedernida. Aquella ciudad donde me transporto bajo tierra y donde caminar no es un pecado, aquella donde está mi escape a unos cuantos metros de altura y desde donde me siento más diminuta de lo que soy. Me hace falta tu humo color negro y tu gente la cual pasa desapercibida a pesar de que sus estilos no son tan comunes como los que veo aquí, en mi pequeña cueva. Extraño mis noches arropada en tu frío. Esos días donde las responsabilidades se escapaban de mis ojos y donde mi preocupación era levantarme temprano para ver como el color verde del Ávila se intensificaba con el sol. Caracas, me extrañas? Caracas te recuerdo. Caracas, te quiero.
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